Noticia huelga o profesionalización futbol femenino:
http://www.csd.gob.es/es/el-csd-aprueba-la-profesionalizacion-del-futbol-femenino-0
Noticia huelga o profesionalización árbitras:
https://www.mundodeportivo.com/futbol/femenino/20220915/1001868749/arbitras-desconvocan-huelga.html
En este último año, ha habido una
serie de cambios, que si bien tendría que haberse producido mucho antes, bien
es cierto que, independientemente de los motivos, se están dando los pasos para
equiparar el deporte del fútbol masculino y femenino. La profesionalización de
las deportistas, en este deporte en concreto, es algo que se venía demandando
desde hace años y sólo debido a plantes, huelgas, consenso, presión social y pérdidas económicas, que lastrarían a las
federaciones, se ha conseguido un paso que deberían de seguir el resto de
federaciones deportivas para sus deportistas.
Obviando los motivos, bien es
cierto que el empuje del fútbol femenino durante los últimos años ha hecho que
estadios para 80000 personas se llenen, despertando el interés social por estas
deportistas.
El deporte es uno de los
múltiples casos de desigualdad de género a nivel laboral, muchas de ellas
jugando o arbitrando durante años sin ser consideradas
profesionales. Son muchas las que, después de años trabajando, no han cotizado
ni un solo día. Sin contrato no tenían derecho a bajas remuneradas, a paro o a
vacaciones. Estaban al margen del sistema laboral con todo lo que eso conlleva
en cuanto a derechos, y también en cuanto a salarios.
Desde la infancia, este deporte marcaba unos estereotipos muy
bien definidos y sólo hasta hace unos pocos años, el deporte base ha ido
incluyendo al fútbol femenino en muchas categorías, pese a lo cual aún sigue
costando en categorías inferiores como alevines e infantiles. Resulta muy evidente
esa construcción social y jerarquización de lo “masculino” en el deporte.
Incluso en los patrocinios de muchos equipos, las propias empresas quitan valor
dependiendo del género del que se trate.
Extrapolando el fútbol al resto de profesiones y, a pesar de
los progresos, siguen existiendo numerosos retos para los derechos de las
mujeres en el lugar de trabajo, entre los que destacaría los siguientes:
-
Suelen recibir una remuneración desigual
por el mismo trabajo. La OIT estima
que, por término medio, a las mujeres se les sigue pagando en todo el mundo
aproximadamente un 20 % menos que a los hombres. Así lo expresa el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), que concluye que las
mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que reciben los hombres por el mismo
trabajo a nivel mundial
-
Siguen siendo ascendidas con menos
frecuencia que los hombres. La última investigación de McKinsey sugiere que por cada 100 hombres
ascendidos a un puesto directivo, solo se asciende a 86 mujeres. Como
resultado, los hombres superan significativamente a las mujeres en el nivel
directivo, lo que significa que hay muchas menos mujeres que ascienden a
niveles superiores
-
Están infrarrepresentadas en los consejos
de administración y en los puestos de alta dirección. Según datos de 2018 de Deloitte, las mujeres ocupaban solo el 16,9 % de los puestos en el consejo de
administración y el 4,4 % de los
puestos de consejero delegado en todo el mundo.
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